sábado, 1 de octubre de 2016

ME GUSTARÍA QUE MI CENTRO... PARTICIPASE COMUNITARIAMENTE

MUCHOS POCOS HACEN UN MUCHO

De siempre se ha dicho "divide y vencerás", y es que depende del lado que dejemos se incline la balanza social: egoísmo vs. pluralismo, escisión vs. cohesión..., tenemos la batalla perdida vs. ganada. Nuestra propia división nos vencerá.
Es un deber y un derecho que el Centro participe tanto inter como intracomunitariamente pues funciona como un ser individual dentro de la sociedad y, a su vez, está formado de individuos que lo dotan de una peculiar idiosincrasia.
Cierto es que podemos comenzar a debatir si la responsabilidad del proceso enseñanza-aprendizaje recae sobre los hombros de los profesores, de los padres, de los propios alumnos...; también sería interesante cuestionarnos dónde y cuándo nacieron los primeros "ni-nis", seres tan repudiados y a su vez alimentados por nuestra tolerada hipocresía social. ¿Acaso es culpa de nuestros adolescentes desear convertirse en "tronistas" de mayores? según ellos, tienen todo lo que puede desear una persona con dos dedos de frente (está claro que usan esta expresión en sentido literal; a saber dónde han dejado el resto de dedos): fama (salen en televisión), dinero sin trabajar, ligan con quien les apetezca (se refieren al rebaño, pero les es suficiente; los borregos no suelen fijarse en otras especies) y salen de fiesta todo lo que les da la gana.
Me dan taquicardias (de las literales) cada vez que pienso que estas personitas, los aspirantes a ese éxito tan rotundo e irrefrenable (no sólo tronistas, también los hay que quieren ser jugadores de fútbol, políticos... todo lo que sea conseguir dinero a cambio de aparente escaso o, al menos, ameno esfuerzo) son las que van a tener que pagar mi jubilación algún día.  
El caso es que no son ellos los que permiten ese tipo de programas de televisión (intercomunidad: gobierno, directores de programas, dueños de revistas...) ni los que permiten que estén en casa cuando deberían estar aprendiendo (intracomunidad: profesores, padres, asociaciones...); son víctimas de las circunstancias y, como tales, debemos contemplar su ignorancia (aprendizaje ausente), su estupidez (aprendizaje erróneo) y su egoísmo (aprendizaje vicario).
Todos y cada una de las personas que rodeamos a los bebés/niños/jóvenes somos responsables de lo que piensan, sienten y desean y todos y cada uno de nosotros podemos hacer algo al respecto, aunque sea en pequeña medida pues muchos pocos hacen un mucho.
Y si no, que se lo digan a los padres protagonistas de las siguientes sentencias:
http://www.lainformacion.com/espana/sentencia-padre-mantener-nini-anos_0_957805784.html

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