martes, 4 de octubre de 2016

MARCHANDO UNA NUEVA ENTRADA

Y es que el cansancio me lleva a que no se me ocurra ni un título decente; es más, estoy escribiendo sin ser capaz de atisbar lo siguiente que va a salir por estas yemitas de fresa. Acabo de recordar a nuestro querido Lope de Vega, el cual parece haberse ofrecido a echarme una mano con su "burla burlando van los tres delante".
Mediante la previa experiencia de trabajo grupal en diferido, he descubierto mucho, corroborado bastante y aprendido un poco.
He descubierto dos compañeros estupendos que han estado pendientes de mantener nuestras charlas activas, lo cual agradezco enormemente, además de sus aportaciones.
Me he descubierto a mí misma, a pesar de la dulzura y el optimismo que me caracterizan, avocada a irradiar mi desazón por la injusticia derramada sobre tantas familias por el simple hecho de desconocer sus derechos y no plantearse el incumplimiento de los deberes de otros.
También he descubierto otros tantos enlaces que "he visto" en diagonal; comencé a leer en diagonal por falta de tiempo, he pasado a ver audiovisuales en diagonal por el mismo motivo y a día de hoy me inquieta imaginar cómo será comer en diagonal. Eso sí, comer hay que comer, ¿eh? ya hace un par de años tomé la determinación de comer todos los días; menos mal que no llegué a profundizar en la forma de hacerlo.
Como además de descubrir me encanta compartir lo descubierto (ya lo dejé claro en mi primera tarea del curso), aquí adjunto un par de enlaces que no tienen desperdicio... Y, ya que estamos, esa lejano artefacto digital:

Presentación inicial



De acuerdo, me has pillado... el segundo es un breve y revelador reportaje sobre la Asociación Tú Decides, en la que soy voluntaria desde hace 8 años. ¿Quién se iba a imaginar que alguien se detendría a echarles un vistazo? Como mucho, mi profe del curso de Convivencia, que estará hasta arriba de tareas por ver, calificar y comentar. 

Respecto a lo corroborado, he confirmado la sospecha de que vivimos como si el día tuviera 30 horas, descansamos como si nuestro cuerpo fuera a aguantar 7 vidas y nos creemos que somos puntuales pero en realidad nuestros seres queridos gozan de una terrible y gratificante paciencia ante nuestra demora.

Además, he confirmado que somos muchos los que estamos concienciados hasta la médula (yo lo estoy incluso hasta las contracturas que justo ahora se me están clavando en la zona posteroinferior del lóbulo occipital) de la importancia de sintonizar la frecuencia entre el siglo en el que vivimos y el siglo en que se está desarrollando el proceso de enseñanza-aprendizaje en la escuela. Y, por supuesto, todos coincidimos en lo fundamental que es la implicación familiar para que todos vayamos en la misma dirección.
Ratifico también mi deseo de continuar con estos cursos tan extenuantemente interesantes del INTEF y el deseo que mi marido tiene de que me convierta en una "mujer normal" y comience a pedir por navidades joyas o viajes en lugar de un "Vale por un curso de formación y el tiempo físico y emocional que conlleva". ¿De qué se queja? ¡ni que también usara un vale-curso por mi cumpleaños! y si no me crees, echa un vistazo a mi portada de Facebook.

La lástima es que lo aprendido tenga que dejarlo en último lugar, pero es así, resignación; por un lado, porque cuanto más husmeo, más y más información interesante encuentro, la cual olisqueo de soslayo, acaricio en diagonal y añado a pinterest con la inocente idea de que algún día podré echarle un vistazo con calma. Por otro lado, porque mi memoria ya no es lo que era, quizá porque vivo como si el día tuviera 30 horas, descanso como si mi cuerpo fuera a aguantar 7 vidas y me creo que soy puntual pero en realidad mia seres queridos gozan de una terrible y gratificante paciencia ante mi demora.

Aprovecho para mostraros mi última obra; no llega ni a la categoría de aprendizaje porque crear trasteando se me da de maravilla pero esto en mi vida es un jamais vu constante. 
Retomando mi pieza, deciros que en el momento de verla nacer estaba pasando por una fase de desolación y esperanza barnizadas por la obviedad de lo mundano. Yo la llamo "No están todos los que son ni deberían estar todos los que están", aunque mi profe la llama "Fortalezas y Debilidades".


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